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?HEPATITIS C?: ¿VERDAD O MANIPULACIÓN?.

Los medios de comunicación están dedicando espacio a una supuesta ?epidemia de hepatitis C? detectada en Valencia. La mayoría simplemente atacan el anestesista culpado por la Consejeria de Sanidad de la Generalitat valenciana, e insisten en que ?es inaceptable que ocurra algo así? e instan a los afectados a ?actuar legalmente contra el responsable y quienes lo han tapado?. Pocos señalan algo tan elemental como que el que casi dos tercios de los afectados no hayan sido operados por el equipo cirujano del que formaba parte el anestesista culpado, es suficiente para descartarlo por completo como causante de la ?epidemia?. Todos coinciden en insistir en que es importante ?no crear alarma social? y ?tranquilizar a los ciudadanos?, con lo que indican cual es el criterio estrecho con que se enfoca el tema. Y sólo algunos tímidamente apuntan que ?debe haber una explicación?, aunque no piden sugerencias al respecto. Pero aunque no inviten a formular explicaciones alternativas, he aquí algunos elementos de un enfoque distinto para comprender qué es ?eso? llamado ?hepatitis C?, enfoque que permite deducir otras interpretaciones.

La cuestión clave de la que partir radica en las pruebas que se utilizan para diagnosticar lo llamado ?hepatitis C?, pruebas que nadie cuestiona. Lo decisivo es entender que lo que convierte en ?enfermo de hepatitis C? a una persona absolutamente asintomática o a otra que tiene simplemente cansancio o algunos problemas de salud cuyo origen no le detectan, es el dar positivo en unas pruebas que le hacen. Los resultados de estas pruebas son aceptados como totalmente ciertos tanto por los pacientes como por los médicos que los llevan. La pregunta clave es: ¿son fiables estas ?pruebas de la hepatitis C??.

Para responder correctamente es preciso entrar en los detalles técnicos. Lo primero es preguntar: ¿de qué clase de pruebas se trata?. Si son unos tests, ¿qué tipo de tests?. Por ejemplo, ¿son tests de anticuerpos?. Si efectivamente son tests de anticuerpos, ¿de qué subtipo son: ELISA, Western Blot,...?. ¿Se usa sólo un tipo de ?test de la hepatitis C?, o más de uno?. Para cada tipo, ¿hay sólo una marca o más de una?. ¿Qué criterios de interpretación se utilizan para afirmar que el resultado es ?positivo? o ?negativo??. ¿O ?indeterminado?, y cómo se actúa en este caso?. Si hay diferentes marcas, ¿usan los mismos criterios?. ¿Qué grado de homologación de criterios existe entre los distintos tipos y las diferentes marcas?.

Y lo que es decisivo para poder hablar de fiabilidad de un test, sea del tipo que sea, es: ¿cómo se ha comprobado su validez?. ¿Cómo ha sido ?validado??. ¿Cuál ha sido lo que técnicamente se llama su ?gold standard??. Cuando se trata de un ?test de anticuerpos ante un virus?, el único ?gold standard? correcto es la comprobación directa. Esto quiere decir que en un número significativo de personas en las que el test da positivo (es decir, el test detecta los anticuerpos que se supone son específicos para el virus de que se trate), debe poderse aislar en su cuerpo el propio virus (en este caso, el ?virus de la hepatitis C?); y que, por el contrario, en aquellas personas en las que el test da negativo, aplicando las mismas técnicas de aislamiento no se pueda aislar el virus (en este caso, el ?virus de la hepatitis C?). Sólo un test que hubiese pasado este ?gold standard? para el ?virus de la hepatitis C? estaría validado, y por lo tanto sería susceptible de ser autorizado y de ser correctamente utilizado para diagnosticar si una persona está infectada por el ?virus de la hepatitis C? al dar positivo dicho test, o para diagnosticar que no está infectada por el ?virus de la hepatitis C? al dar negativo dicho test.

Y aquí tropezamos con el mayor escollo para poder hablar propiamente de la existencia de una enfermedad llamada ?hepatitis C?: los especialistas oficiales saben que el ?virus de la hepatitis C? nunca ha sido aislado. Y si un virus no ha sido aislado, no se puede afirmar que exista (y menos aún poner en titular que ?consume el hígado?: La Vanguardia, 25 de abril de 1998) o culparle de provocar cirrosis, cáncer,... Y si el ?virus de la hepatitis C? no ha sido aislado, no se conocen cuales son las proteínas de su envoltura1 ni la secuencia de letras genéticas que forma su genoma2. Solicito a quien considere que el ?virus de la hepatitis C? sí que existe, que presente las pruebas científicas de su efectiva existencia, es decir, las pruebas de su aislamiento. Todo lo restante es ?ciencia? y ?medicina? de ?indicios indirectos?, de ?suposiciones?, de ?aproximaciones? y de ?asociaciones estadísticas? que en ningún momento deberían utilizarse para establecer causalidades y, menos aún, para hacer diagnósticos. Y mucho menos si estos diagnósticos sentencian a tener ?algo? que es públicamente presentado (¡y, claro está, creído!) como una ?grave enfermedad?...

Si el ?virus de la hepatitis C? nunca ha sido aislado, resulta que tampoco ha podido ser validado ninguno de los tests empleados para diagnosticar a alguien como ?enfermo de hepatitis C?. Entonces, ¿en qué consiste esta llamada ?enfermedad hepatitis C??.

Una enfermedad realmente existente se define por una serie de síntomas y características, lo que los médicos llaman ?clínica?. ¿Cuál es la clínica de la supuesta ?hepatitis C??. Esta es otra pregunta que (casi) nunca se plantea. Y lo poco que aparece son generalidades como ?un aumento de las transaminasas y una inflamación del hígado? (La Vanguardia, 25 de abril de 1998). ¿Cuántos medicamentos, enfermedades, comestibles y bebidas, situaciones, tensiones, etc. pueden producir aumento de transaminasas?. Y ¿qué significa la palabra ?hepatitis? sino precisamente ?inflamación hepática??. (Habría que recordar que lo definido no puede entrar en la definición...). Además, médicos consultados me han dicho que ?la hepatitis C no tiene síntomas específicos?...

Pero resulta que casi un millón de españoles sufre ?hepatitis C?. ¡Cuánta razón tiene el subtítulo ?la mayoría la adquirió en el medio hospitalario?! (La Vanguardia, 25 de abril de 1998). Sólo que no por lo que se da a entender (que fue en los propios hospitales donde se les inoculó el ?virus de la hepatitis C?), sino porque en los hospitales se aplican los tests que, caso de dar positivo, son aceptados como segurísimos indicadores de infección por el nunca aislado ?virus de la hepatitis C?...

Si es cierto lo que apunto en este breve artículo3, lo que hace sufrir a casi un millón de españoles es que han sido incorrectamente diagnosticados como ?enfermos de la peligrosa hepatitis C?. Quienes estaban perfectamente asintomáticos cuando recibieron el diagnóstico (por ejemplo, tras ser operados, dar a luz o donar sangre), probablemente comenzaron a encontrarse mal al recibir el diagnóstico, romperse su equilibrio psicosomático y entrar en una situación de estrés. Y quienes tenían algún problema (cansancio, falta de energía, dolores difusos,...) creyeron erróneamente que la causa es ?el temible virus de la hepatitis C? y seguramente empeoraron...

El hígado es el único órgano que puede regenerarse totalmente. ¡Ojalá que el debate a partir de la ?epidemia de hepatitis C? de Valencia permita también regenerar una medicina virtual equivocada!. ¡Ojalá la búsqueda de la verdad se imponga a una manipulación que está costando no sólo muchos miles de millones de pesetas sino lo que es más grave: miedo y muerte a numerosas personas!.

Barcelona, 29 de abril de 1998.

Lluís Botinas (director de la asociación C.O.B.R.A.).

Notas:

1Si no se conocen cuáles son las proteínas de la envoltura de un virus, tampoco se puede saber cuáles son los anticuerpos que las defensas humanas generan ante dichas proteínas. Luego no se pueden fabricar unos ?tests de anticuerpos?, y menos usarlos para diagnosticar si hay o no infección por dicho virus...

2Si no se conoce el genoma del supuesto ?virus de la hepatitis C?, ¿en qué clase de ciencia ficción de terror hay que incluir el anuncio de que se va a buscar (¿cómo?) ?cuál es el genotipo de los infectados por la epidemia de Valencia, a fin de ver si coincide con el genotipo 1A del anestesista? chivo expiatorio?.

3Podría dar muchos más detalles y argumentos, pero esta primera aportación no es el lugar adecuado para ello. Por ejemplo, la pretendida mejoría (porque bajaría lo que se llama ?carga viral? medida con la técnica PCR) con la aplicación de los peligrosísimos medicamentos interferón o antivirales. Y que ?cronifica? la ?enfermedad?. Y...

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free-news.org'>A propósito de la supuesta ?epidemia de hepatitis C? en Valencia (1).

?HEPATITIS C?: ¿VERDAD O MANIPULACIÓN?.

Los medios de comunicación están dedicando espacio a una supuesta ?epidemia de hepatitis C? detectada en Valencia. La mayoría simplemente atacan el anestesista culpado por la Consejeria de Sanidad de la Generalitat valenciana, e insisten en que ?es inaceptable que ocurra algo así? e instan a los afectados a ?actuar legalmente contra el responsable y quienes lo han tapado?. Pocos señalan algo tan elemental como que el que casi dos tercios de los afectados no hayan sido operados por el equipo cirujano del que formaba parte el anestesista culpado, es suficiente para descartarlo por completo como causante de la ?epidemia?. Todos coinciden en insistir en que es importante ?no crear alarma social? y ?tranquilizar a los ciudadanos?, con lo que indican cual es el criterio estrecho con que se enfoca el tema. Y sólo algunos tímidamente apuntan que ?debe haber una explicación?, aunque no piden sugerencias al respecto. Pero aunque no inviten a formular explicaciones alternativas, he aquí algunos elementos de un enfoque distinto para comprender qué es ?eso? llamado ?hepatitis C?, enfoque que permite deducir otras interpretaciones.

La cuestión clave de la que partir radica en las pruebas que se utilizan para diagnosticar lo llamado ?hepatitis C?, pruebas que nadie cuestiona. Lo decisivo es entender que lo que convierte en ?enfermo de hepatitis C? a una persona absolutamente asintomática o a otra que tiene simplemente cansancio o algunos problemas de salud cuyo origen no le detectan, es el dar positivo en unas pruebas que le hacen. Los resultados de estas pruebas son aceptados como totalmente ciertos tanto por los pacientes como por los médicos que los llevan. La pregunta clave es: ¿son fiables estas ?pruebas de la hepatitis C??.

Para responder correctamente es preciso entrar en los detalles técnicos. Lo primero es preguntar: ¿de qué clase de pruebas se trata?. Si son unos tests, ¿qué tipo de tests?. Por ejemplo, ¿son tests de anticuerpos?. Si efectivamente son tests de anticuerpos, ¿de qué subtipo son: ELISA, Western Blot,...?. ¿Se usa sólo un tipo de ?test de la hepatitis C?, o más de uno?. Para cada tipo, ¿hay sólo una marca o más de una?. ¿Qué criterios de interpretación se utilizan para afirmar que el resultado es ?positivo? o ?negativo??. ¿O ?indeterminado?, y cómo se actúa en este caso?. Si hay diferentes marcas, ¿usan los mismos criterios?. ¿Qué grado de homologación de criterios existe entre los distintos tipos y las diferentes marcas?.

Y lo que es decisivo para poder hablar de fiabilidad de un test, sea del tipo que sea, es: ¿cómo se ha comprobado su validez?. ¿Cómo ha sido ?validado??. ¿Cuál ha sido lo que técnicamente se llama su ?gold standard??. Cuando se trata de un ?test de anticuerpos ante un virus?, el único ?gold standard? correcto es la comprobación directa. Esto quiere decir que en un número significativo de personas en las que el test da positivo (es decir, el test detecta los anticuerpos que se supone son específicos para el virus de que se trate), debe poderse aislar en su cuerpo el propio virus (en este caso, el ?virus de la hepatitis C?); y que, por el contrario, en aquellas personas en las que el test da negativo, aplicando las mismas técnicas de aislamiento no se pueda aislar el virus (en este caso, el ?virus de la hepatitis C?). Sólo un test que hubiese pasado este ?gold standard? para el ?virus de la hepatitis C? estaría validado, y por lo tanto sería susceptible de ser autorizado y de ser correctamente utilizado para diagnosticar si una persona está infectada por el ?virus de la hepatitis C? al dar positivo dicho test, o para diagnosticar que no está infectada por el ?virus de la hepatitis C? al dar negativo dicho test.

Y aquí tropezamos con el mayor escollo para poder hablar propiamente de la existencia de una enfermedad llamada ?hepatitis C?: los especialistas oficiales saben que el ?virus de la hepatitis C? nunca ha sido aislado. Y si un virus no ha sido aislado, no se puede afirmar que exista (y menos aún poner en titular que ?consume el hígado?: La Vanguardia, 25 de abril de 1998) o culparle de provocar cirrosis, cáncer,... Y si el ?virus de la hepatitis C? no ha sido aislado, no se conocen cuales son las proteínas de su envoltura1 ni la secuencia de letras genéticas que forma su genoma2. Solicito a quien considere que el ?virus de la hepatitis C? sí que existe, que presente las pruebas científicas de su efectiva existencia, es decir, las pruebas de su aislamiento. Todo lo restante es ?ciencia? y ?medicina? de ?indicios indirectos?, de ?suposiciones?, de ?aproximaciones? y de ?asociaciones estadísticas? que en ningún momento deberían utilizarse para establecer causalidades y, menos aún, para hacer diagnósticos. Y mucho menos si estos diagnósticos sentencian a tener ?algo? que es públicamente presentado (¡y, claro está, creído!) como una ?grave enfermedad?...

Si el ?virus de la hepatitis C? nunca ha sido aislado, resulta que tampoco ha podido ser validado ninguno de los tests empleados para diagnosticar a alguien como ?enfermo de hepatitis C?. Entonces, ¿en qué consiste esta llamada ?enfermedad hepatitis C??.

Una enfermedad realmente existente se define por una serie de síntomas y características, lo que los médicos llaman ?clínica?. ¿Cuál es la clínica de la supuesta ?hepatitis C??. Esta es otra pregunta que (casi) nunca se plantea. Y lo poco que aparece son generalidades como ?un aumento de las transaminasas y una inflamación del hígado? (La Vanguardia, 25 de abril de 1998). ¿Cuántos medicamentos, enfermedades, comestibles y bebidas, situaciones, tensiones, etc. pueden producir aumento de transaminasas?. Y ¿qué significa la palabra ?hepatitis? sino precisamente ?inflamación hepática??. (Habría que recordar que lo definido no puede entrar en la definición...). Además, médicos consultados me han dicho que ?la hepatitis C no tiene síntomas específicos?...

Pero resulta que casi un millón de españoles sufre ?hepatitis C?. ¡Cuánta razón tiene el subtítulo ?la mayoría la adquirió en el medio hospitalario?! (La Vanguardia, 25 de abril de 1998). Sólo que no por lo que se da a entender (que fue en los propios hospitales donde se les inoculó el ?virus de la hepatitis C?), sino porque en los hospitales se aplican los tests que, caso de dar positivo, son aceptados como segurísimos indicadores de infección por el nunca aislado ?virus de la hepatitis C?...

Si es cierto lo que apunto en este breve artículo3, lo que hace sufrir a casi un millón de españoles es que han sido incorrectamente diagnosticados como ?enfermos de la peligrosa hepatitis C?. Quienes estaban perfectamente asintomáticos cuando recibieron el diagnóstico (por ejemplo, tras ser operados, dar a luz o donar sangre), probablemente comenzaron a encontrarse mal al recibir el diagnóstico, romperse su equilibrio psicosomático y entrar en una situación de estrés. Y quienes tenían algún problema (cansancio, falta de energía, dolores difusos,...) creyeron erróneamente que la causa es ?el temible virus de la hepatitis C? y seguramente empeoraron...

El hígado es el único órgano que puede regenerarse totalmente. ¡Ojalá que el debate a partir de la ?epidemia de hepatitis C? de Valencia permita también regenerar una medicina virtual equivocada!. ¡Ojalá la búsqueda de la verdad se imponga a una manipulación que está costando no sólo muchos miles de millones de pesetas sino lo que es más grave: miedo y muerte a numerosas personas!.

Barcelona, 29 de abril de 1998.

Lluís Botinas (director de la asociación C.O.B.R.A.).

Notas:

1Si no se conocen cuáles son las proteínas de la envoltura de un virus, tampoco se puede saber cuáles son los anticuerpos que las defensas humanas generan ante dichas proteínas. Luego no se pueden fabricar unos ?tests de anticuerpos?, y menos usarlos para diagnosticar si hay o no infección por dicho virus...

2Si no se conoce el genoma del supuesto ?virus de la hepatitis C?, ¿en qué clase de ciencia ficción de terror hay que incluir el anuncio de que se va a buscar (¿cómo?) ?cuál es el genotipo de los infectados por la epidemia de Valencia, a fin de ver si coincide con el genotipo 1A del anestesista? chivo expiatorio?.

3Podría dar muchos más detalles y argumentos, pero esta primera aportación no es el lugar adecuado para ello. Por ejemplo, la pretendida mejoría (porque bajaría lo que se llama ?carga viral? medida con la técnica PCR) con la aplicación de los peligrosísimos medicamentos interferón o antivirales. Y que ?cronifica? la ?enfermedad?. Y...

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Sobre la medicina y la curación.

Hepatitis C.

¿Realidad o Invento?.

Padre César Fernández de la Pradilla.

Después de haberse publicado en el número precedente de MEMORANDUM el sugestivo cuento: ?El reino envenenado? por el que se entrevé el poder apabullante de los ?sistemas de decisión? sobre la población indefensa, en lo que a enfermedades y remedios se refiere, yo quisiera ser más concreto respecto de la denominada HEPATITIS C, antes no-A, no-B.

Ya desde los años 80, al discutir entre colegas, teníamos muy claro que el origen de esta hepatitis era tóxico (alcohol), bautizado como HEPATITIS C porque, ?finalmente?, se habría descubierto el virus que la causa. Yo no soy quién para pronunciarme sobre la autenticidad de ese supuesto virus. Me fío del reputado virólogo alemán STEFAN LANKA quien ha demostrado que el virus de la HEPATITIS C no existe. Lo que sí existe en ciertos organismos son proteínas estresadas, moléculas o trozos de ARN provenientes de múltiples virus, o lo que es más probable, de nuestro propio material genético estresado.

Los tests actuales no detectan ningún virus sino la presencia de ciertas proteínas anómalas que se interpretan errónea o tendenciosamente como pertenecientes a tal o cual virus. ¡Nada!, que es lo mismo que está ocurriendo con el SIDA: que no hay virus VIH y que los tests solo evidencian proteínas anómalas.

En general, cuando un paciente viene con un diagnóstico de HEPATITIS C, tiene una deficiencia hepática; pero a veces ni eso. No es el hígado el responsable sino los riñones, lo cual nos lleva a concluir que los tests hepáticos no son tan fiables. Me imagino que el proceso es el siguiente:

descubren en el ?señor X? unas transaminasas elevadas.

suponen que estas transaminasas vienen del hígado.

indagan por ver si se trata de una hepatitis A o B y ante la negativa concluyen que es la ?C?.

Digo esto porque hemos tenido varios casos diagnosticados de HEPATITIS C con transaminasas elevadas en los que hemos constatado el buen funcionamiento del hígado pero el mal funcionamiento de los riñones. Sin dar ningún tratamiento para el hígado pero sí para los riñones, hemos constatado que las transaminasas se normalizan, lo cual nos lleva a concluir:

que hay diagnósticos de HEPATITIS C erróneos, en el sentido de que el hígado carece de patología y,

que unos riñones deficientes pueden hacer subir las transaminasas, lo que no se tiene en cuenta en la actual práctica médica.

En los pacientes de HEPATITIS C en los que constatamos una deficiencia hepática y renal con transaminasas elevadas, éstas no se suelen normalizar hasta que los riñones funcionen correctamente, a veces al cabo de varios meses.

Los médicos hospitalarios dirán a un paciente diagnosticado de HEPATITIS C que tiene un 20% de posibilidades de desarrollar una cirrosis y posteriormente un cáncer de hígado. Pero algún médico va más allá. Uno afirmóa uno de nuestros pacientes que desarrollaría una cirrosis y un cáncer. Este paciente nos confesó: ?Si no fuera porque soy creyente me hubiera suicidado ante ese veredicto?.

Nosotros que tratamos con gente no solo del Estado español sino de América, ?frica, Europa, todos nos dicen lo mismo: ?Me han diagnosticado una HEPATITIS C y el médico me dijo que podía degenerar en cirrosis y cáncer. Me hicieron una biopsia y me dieron ?interferon??. Que todos los médicos del mundo reciten la cartilla uniformemente ante un caso de HEPATITIS C no es casualidad. Responde a una estrategia lanzada desde Estados Unidos para vender el ?interferón? y pronto otro antivírico asociado. Cada paciente que acepte el tratamiento ingresará en las arcas de los ?tan necesitados? Estados Unidos aproximadamente un millón de pesetas al año.

¡Pero si realmente el ?interferón? curara!, hace más de 10 años que se está utilizando y su eficacia en la HEPATITIS C está todavía por demostrar. Por lo menos a los cientos de pacientes que nos visitan no solo no les ha ayudado sino que muchos sufren de sus efectos secundarios. Todos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que un producto tan caro e inútil se mantenga en el mercado durante tanto tiempo?. La respuesta es fácil de encontrar. ¿Sabéis que los beneficios a los tratamientos de la HEPATITIS C superan ya 20 veces a los del sida?.

De seguir así, dentro de unos años media humanidad será declarada seropositiva respecto al virus de la HEPATITIS C. Ya no interesará el SIDA como fuente de ingresos y por tanto podrá ir desapareciendo. Los débiles estados manipulados por las multinacionales tendrán que dedicar cada vez más fondos a sanidad... hasta que se produzca un ?crack? o se descubra el fraude.

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(A propósito de una hepatitis C).

Una paciente

cuenta.

Antes de comenzar he de decir que como esta señora no he encontrado muchas. Tiene la carrera de Magisterio pero no ejerce y enseña piano. Presenta buen aspecto y aparentemente no se la consideraría enferma.

Sus síntomas son los siguientes: cierto cansancio; a veces cefáleas pasajeras; molestias en zona lumbar; dificultad en conciliar el sueño; hormigueos y manchas en piernas; dos dedos de la mano empiezan a deformarse. En años pasados tuvo cistitis de repetición y litiasis.

Se le ha detectado una hepatitis C desde hace 15 años. ¡Pero si hace 15 años todavía no se había descubierto el virus C!, le dije. Bueno -respondióella- entonces se le llamaba no A no B.

Ahora le diagnostican una hepatitis C crónica.

Le propusieron hacerse una biopsia pero ella se negaba, intuyendo que no le iba a servir para nada. Ante los ruegos de su familia tuvo que ceder y someterse a ella y lo pasómuy mal. Juróque, en adelante, pasara lo que pasara, ya no se la haría más.

Después de la biopsia le propusieron el ?interferón?. Como consecuencia de la primera inyección tuvo una reacción brutal: todo el cuerpo se le hinchóy se le puso rojo, las manos se le agarrotaron, tenía dificultad en respirar y el corazón le latía tan fuerte que hasta acostada su cuerpo daba saltos al ritmo cardíaco. Tuvo que ser ingresada en urgencias. Notificólo sucedido a su médico, quien en vez de consolarla y animarla le riñóy la responsabilizóde lo sucedido por estar mentalizada que el ?interferón? le sentiría mal. Su médico le advirtióque el 20% de los casos se maligniza, que puede degenerar en cirrosis o en cáncer pero le respondió: ?¿y por qué quiere Ud. que me sitúe en el grupo de los 20%?. Yo seré de los 80% y seguiré bien!?.

No pudiendo recibir el ?interferón? se le recomendóque estuviera en cama las 24 horas del día, a lo cual también se negó. ?¿Cómo es posible que una mujer tan activa como yo, con cuatro hijos, y sin dolencias aparentes me quede inmovilizada de continuo?. Entonces sí que me hubiera entrado una depresión a fuerza de pensar en mi estado y hubiera sido mil veces peor para mí!?.

De mi reconocimiento he deducido que su problema no le provenía del hígado (¡oh, sorpresa!) sino de los riñones. De hecho, los síntomas actuales apuntan más a una patología renal que hepática: molestia en zona lumbar, insomnio, hormigueos y manchas en piernas y deformación de dedos por una acumulación de toxinas que los riñones no han sido capaces de expulsar!

El tratamiento que recibe se encamina a remediar una deficiencia renal importante, probablemente desde hace muchos años. Le calculo que los riñones le funcionan al 50% en tanto que el hígado al 80%.

Conclusión: hay personas que a pesar de no tener una información especial, intuyen lo que les conviene. Ella no era favorable ni a la biopsia, ni al ?interferón?, ni a considerarse en los 20% de casos problemáticos. Ha adoptado una posición optimista que la ha mantenido en buen estado relativo.

Padre César Fernández de la Pradilla.

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free-news.org'>Revista ?Memorándum?. Número 10, invierno de 1997/1998.

Sobre la medicina y la curación.

Hepatitis C.

¿Realidad o Invento?.

Padre César Fernández de la Pradilla.

Después de haberse publicado en el número precedente de MEMORANDUM el sugestivo cuento: ?El reino envenenado? por el que se entrevé el poder apabullante de los ?sistemas de decisión? sobre la población indefensa, en lo que a enfermedades y remedios se refiere, yo quisiera ser más concreto respecto de la denominada HEPATITIS C, antes no-A, no-B.

Ya desde los años 80, al discutir entre colegas, teníamos muy claro que el origen de esta hepatitis era tóxico (alcohol), bautizado como HEPATITIS C porque, ?finalmente?, se habría descubierto el virus que la causa. Yo no soy quién para pronunciarme sobre la autenticidad de ese supuesto virus. Me fío del reputado virólogo alemán STEFAN LANKA quien ha demostrado que el virus de la HEPATITIS C no existe. Lo que sí existe en ciertos organismos son proteínas estresadas, moléculas o trozos de ARN provenientes de múltiples virus, o lo que es más probable, de nuestro propio material genético estresado.

Los tests actuales no detectan ningún virus sino la presencia de ciertas proteínas anómalas que se interpretan errónea o tendenciosamente como pertenecientes a tal o cual virus. ¡Nada!, que es lo mismo que está ocurriendo con el SIDA: que no hay virus VIH y que los tests solo evidencian proteínas anómalas.

En general, cuando un paciente viene con un diagnóstico de HEPATITIS C, tiene una deficiencia hepática; pero a veces ni eso. No es el hígado el responsable sino los riñones, lo cual nos lleva a concluir que los tests hepáticos no son tan fiables. Me imagino que el proceso es el siguiente:

descubren en el ?señor X? unas transaminasas elevadas.

suponen que estas transaminasas vienen del hígado.

indagan por ver si se trata de una hepatitis A o B y ante la negativa concluyen que es la ?C?.

Digo esto porque hemos tenido varios casos diagnosticados de HEPATITIS C con transaminasas elevadas en los que hemos constatado el buen funcionamiento del hígado pero el mal funcionamiento de los riñones. Sin dar ningún tratamiento para el hígado pero sí para los riñones, hemos constatado que las transaminasas se normalizan, lo cual nos lleva a concluir:

que hay diagnósticos de HEPATITIS C erróneos, en el sentido de que el hígado carece de patología y,

que unos riñones deficientes pueden hacer subir las transaminasas, lo que no se tiene en cuenta en la actual práctica médica.

En los pacientes de HEPATITIS C en los que constatamos una deficiencia hepática y renal con transaminasas elevadas, éstas no se suelen normalizar hasta que los riñones funcionen correctamente, a veces al cabo de varios meses.

Los médicos hospitalarios dirán a un paciente diagnosticado de HEPATITIS C que tiene un 20% de posibilidades de desarrollar una cirrosis y posteriormente un cáncer de hígado. Pero algún médico va más allá. Uno afirmóa uno de nuestros pacientes que desarrollaría una cirrosis y un cáncer. Este paciente nos confesó: ?Si no fuera porque soy creyente me hubiera suicidado ante ese veredicto?.

Nosotros que tratamos con gente no solo del Estado español sino de América, ?frica, Europa, todos nos dicen lo mismo: ?Me han diagnosticado una HEPATITIS C y el médico me dijo que podía degenerar en cirrosis y cáncer. Me hicieron una biopsia y me dieron ?interferon??. Que todos los médicos del mundo reciten la cartilla uniformemente ante un caso de HEPATITIS C no es casualidad. Responde a una estrategia lanzada desde Estados Unidos para vender el ?interferón? y pronto otro antivírico asociado. Cada paciente que acepte el tratamiento ingresará en las arcas de los ?tan necesitados? Estados Unidos aproximadamente un millón de pesetas al año.

¡Pero si realmente el ?interferón? curara!, hace más de 10 años que se está utilizando y su eficacia en la HEPATITIS C está todavía por demostrar. Por lo menos a los cientos de pacientes que nos visitan no solo no les ha ayudado sino que muchos sufren de sus efectos secundarios. Todos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que un producto tan caro e inútil se mantenga en el mercado durante tanto tiempo?. La respuesta es fácil de encontrar. ¿Sabéis que los beneficios a los tratamientos de la HEPATITIS C superan ya 20 veces a los del sida?.

De seguir así, dentro de unos años media humanidad será declarada seropositiva respecto al virus de la HEPATITIS C. Ya no interesará el SIDA como fuente de ingresos y por tanto podrá ir desapareciendo. Los débiles estados manipulados por las multinacionales tendrán que dedicar cada vez más fondos a sanidad... hasta que se produzca un ?crack? o se descubra el fraude.

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(A propósito de una hepatitis C).

Una paciente

cuenta.

Antes de comenzar he de decir que como esta señora no he encontrado muchas. Tiene la carrera de Magisterio pero no ejerce y enseña piano. Presenta buen aspecto y aparentemente no se la consideraría enferma.

Sus síntomas son los siguientes: cierto cansancio; a veces cefáleas pasajeras; molestias en zona lumbar; dificultad en conciliar el sueño; hormigueos y manchas en piernas; dos dedos de la mano empiezan a deformarse. En años pasados tuvo cistitis de repetición y litiasis.

Se le ha detectado una hepatitis C desde hace 15 años. ¡Pero si hace 15 años todavía no se había descubierto el virus C!, le dije. Bueno -respondióella- entonces se le llamaba no A no B.

Ahora le diagnostican una hepatitis C crónica.

Le propusieron hacerse una biopsia pero ella se negaba, intuyendo que no le iba a servir para nada. Ante los ruegos de su familia tuvo que ceder y someterse a ella y lo pasómuy mal. Juróque, en adelante, pasara lo que pasara, ya no se la haría más.

Después de la biopsia le propusieron el ?interferón?. Como consecuencia de la primera inyección tuvo una reacción brutal: todo el cuerpo se le hinchóy se le puso rojo, las manos se le agarrotaron, tenía dificultad en respirar y el corazón le latía tan fuerte que hasta acostada su cuerpo daba saltos al ritmo cardíaco. Tuvo que ser ingresada en urgencias. Notificólo sucedido a su médico, quien en vez de consolarla y animarla le riñóy la responsabilizóde lo sucedido por estar mentalizada que el ?interferón? le sentiría mal. Su médico le advirtióque el 20% de los casos se maligniza, que puede degenerar en cirrosis o en cáncer pero le respondió: ?¿y por qué quiere Ud. que me sitúe en el grupo de los 20%?. Yo seré de los 80% y seguiré bien!?.

No pudiendo recibir el ?interferón? se le recomendóque estuviera en cama las 24 horas del día, a lo cual también se negó. ?¿Cómo es posible que una mujer tan activa como yo, con cuatro hijos, y sin dolencias aparentes me quede inmovilizada de continuo?. Entonces sí que me hubiera entrado una depresión a fuerza de pensar en mi estado y hubiera sido mil veces peor para mí!?.

De mi reconocimiento he deducido que su problema no le provenía del hígado (¡oh, sorpresa!) sino de los riñones. De hecho, los síntomas actuales apuntan más a una patología renal que hepática: molestia en zona lumbar, insomnio, hormigueos y manchas en piernas y deformación de dedos por una acumulación de toxinas que los riñones no han sido capaces de expulsar!

El tratamiento que recibe se encamina a remediar una deficiencia renal importante, probablemente desde hace muchos años. Le calculo que los riñones le funcionan al 50% en tanto que el hígado al 80%.

Conclusión: hay personas que a pesar de no tener una información especial, intuyen lo que les conviene. Ella no era favorable ni a la biopsia, ni al ?interferón?, ni a considerarse en los 20% de casos problemáticos. Ha adoptado una posición optimista que la ha mantenido en buen estado relativo.

Padre César Fernández de la Pradilla.

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La moderna técnica de la PCR no puede replicar virus: solo puede ir duplicando trozos de aproximadamente 200 letras genéticas. Pero como el supuesto Virus de la Hepatitis C dicen que tiene 9400 letras genéticas: solo por eso no puedo cuantificar ese supuesto virus. Por eso la PCR en realidad tampoco sirve para medir cualitativamente su existencia, dado que lo que a lo sumo amplifican es una porción muy minúscula de material genético, cuya naturaleza, origen y vinculabilidad con un supuesto virus... solo podemos especular.

La propia técnica de duplicación sucesiva hace muy poco fiable el uso de la PCR como medidor:

Cuando un (trozo de) RNA debe duplicarse sucesivamente mediante la técnica de la PCR, debe primero copiarse a ADN, pero con ello aparecerá el 90 % de 'exones' (tramos genéticos sin información relevante), con lo que se copia es en realidad algo muy raro.

Las uniones de los exones con los 'intrones' (tramos genéticos con información relevante) tienen determinadas características. Los diseñadores de las pruebas de PCR intentan escoger secuencias iniciadoras (que suelen tener una longitud de unas 20 letras genéticas) tal que su primera mitad corresponda al inicio de un exon y una segunda mitad corresponda al inicio de otro exon, del supuesto virus supuesto Virus de la Hepatitis C.

Muchos test de la PCR que darían negativo al trabajar con semimitades de 2 exones distintos (o aun más si lo comparamos con el ARN original, en el que los intrones se mezclan con los exones), darían positivo si trabajaran con un solo exon. Además, 20 letras genéticas como trozo de arranque pueden encajar en numerosos tramos del ARN, máxime si cambiamos la temperatura, pH, carga iónica, etc.

El ADN obtenido en la moderna técnica de la PCR, debería después copiarlo decenas de veces, duplicando cada vez, y parando cuando llega aproximadamente a unas 10.000 copias de unas 200 letras de longitud. El proceso de duplicación está sometido a un gran margen de variación (si hay mas uniones C-G fallará menos que si hay mas uniones T-A; y/o si se baja la temperatura se unirán mas; y el proceso dependerá de los iones minerales presentes, etc.). Esto conlleva un gran margen de error, que se amplifica sucesivamente a cada ?duplicación automática? que se realiza en la PCR.

Los resultados de la PCR son tan amplios como contradictorios: La moderna técnica de la PCR da resultados que de ordinario indican que en un milímetro cubico existieran miles de 'copias' (de unas 200 letras genéticas cada una) que se asocian al supuesto Virus de la Hepatitis C. Pero si tal concentración de virus fuese cierta, entonces cualquier biólogo de primer curso lo aislaría sencillamente, mediante las conocidas técnicas virológicas convencionales, sin necesidad de acudir a la técnica de la PCR.

A pesar de todo ello, la PCR se usa cada vez mas para amplificar fantasmas polinucleótidos ('copias') que se presentan tácitamente como 'virus' o 'carga viral'. La determinación de dicha 'carga viral' se ha convertido en un gigantesco maquillador técnico y linguístico de los especulados, polémicos e indemostrados 'virus'; y, además, en un gran negocio, ya que una carga viral cuesta 10 veces lo que costaría un test de anticuerpos tradicional.'>Por otra parte Kary Mullis (el propio descubridor de la técnica de la PCR, y por la cual recibió el Premio Nobel de Química de 1993) dice claramente que esta técnica NO sirve para la medición cuantitativa del material genético o de los virus presentes en un tejido.

La moderna técnica de la PCR no puede replicar virus: solo puede ir duplicando trozos de aproximadamente 200 letras genéticas. Pero como el supuesto Virus de la Hepatitis C dicen que tiene 9400 letras genéticas: solo por eso no puedo cuantificar ese supuesto virus. Por eso la PCR en realidad tampoco sirve para medir cualitativamente su existencia, dado que lo que a lo sumo amplifican es una porción muy minúscula de material genético, cuya naturaleza, origen y vinculabilidad con un supuesto virus... solo podemos especular.

La propia técnica de duplicación sucesiva hace muy poco fiable el uso de la PCR como medidor:

Cuando un (trozo de) RNA debe duplicarse sucesivamente mediante la técnica de la PCR, debe primero copiarse a ADN, pero con ello aparecerá el 90 % de 'exones' (tramos genéticos sin información relevante), con lo que se copia es en realidad algo muy raro.

Las uniones de los exones con los 'intrones' (tramos genéticos con información relevante) tienen determinadas características. Los diseñadores de las pruebas de PCR intentan escoger secuencias iniciadoras (que suelen tener una longitud de unas 20 letras genéticas) tal que su primera mitad corresponda al inicio de un exon y una segunda mitad corresponda al inicio de otro exon, del supuesto virus supuesto Virus de la Hepatitis C.

Muchos test de la PCR que darían negativo al trabajar con semimitades de 2 exones distintos (o aun más si lo comparamos con el ARN original, en el que los intrones se mezclan con los exones), darían positivo si trabajaran con un solo exon. Además, 20 letras genéticas como trozo de arranque pueden encajar en numerosos tramos del ARN, máxime si cambiamos la temperatura, pH, carga iónica, etc.

El ADN obtenido en la moderna técnica de la PCR, debería después copiarlo decenas de veces, duplicando cada vez, y parando cuando llega aproximadamente a unas 10.000 copias de unas 200 letras de longitud. El proceso de duplicación está sometido a un gran margen de variación (si hay mas uniones C-G fallará menos que si hay mas uniones T-A; y/o si se baja la temperatura se unirán mas; y el proceso dependerá de los iones minerales presentes, etc.). Esto conlleva un gran margen de error, que se amplifica sucesivamente a cada ?duplicación automática? que se realiza en la PCR.

Los resultados de la PCR son tan amplios como contradictorios: La moderna técnica de la PCR da resultados que de ordinario indican que en un milímetro cubico existieran miles de 'copias' (de unas 200 letras genéticas cada una) que se asocian al supuesto Virus de la Hepatitis C. Pero si tal concentración de virus fuese cierta, entonces cualquier biólogo de primer curso lo aislaría sencillamente, mediante las conocidas técnicas virológicas convencionales, sin necesidad de acudir a la técnica de la PCR.

A pesar de todo ello, la PCR se usa cada vez mas para amplificar fantasmas polinucleótidos ('copias') que se presentan tácitamente como 'virus' o 'carga viral'. La determinación de dicha 'carga viral' se ha convertido en un gigantesco maquillador técnico y linguístico de los especulados, polémicos e indemostrados 'virus'; y, además, en un gran negocio, ya que una carga viral cuesta 10 veces lo que costaría un test de anticuerpos tradicional.

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Julia,

Este señor se refiere al caso Maeso de unos hechos acaecidos en Valencia.- España entre 1988 y 1997. Se inicia el juicio el 16 de septiembre de 2005 y se le condena por la Audiencia Provincial de Valencia el día 15 de Mayo de 2007. En el fallo de la Sentencia se condena al anestesista Juan Maeso Vélez, como responsable en concepto de autor de 271 delitos de lesiones del art. 149 del Código Penal; de 4 delitos de lesiones del art. 149 del mismo Código, en concurso ideal del art. 77 del mismo cuerpo legal, con otros 4 delitos de homicidio imprudente del art. 142.1 y 3 Código Penal. No concurriendo circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. Y quedando exentas de toda culpa las compañías aseguradoras.

Este señor tenía la enfermedad y contagiócon su sangre a 271 personas con el VHC. Tema que consternóa toda España durante mucho tiempo y aún hoy nos acordamos de ello.

Respecto a lo que dice este señor de este artículo que has sacado de la hemeroteca de 1998 que sepa que el virus de la hepatitis C (VCH) fue aislado y caracterizado en 1989 por Choo y Cols 9 años antes de que Lluis Botinas publicara esta falsedad insensata ¡Lo qué hay que leer a veces por tener los ojos puestos! Esto va también por el padre Cesar Fernández de la Pradilla que si se dedicara más a su Parroquia que a buscar fantasmas en el aire más le valdría.

Además de saber su estructura y composición genética he aquí una microfotografía electrónica real del Bichurro hecha en 1989 que muy probablemente desconozcan éstos dos sino se les pondría cara de pez. Dentro foto ;D

microfotografaelectrnic.jpg

Y este último es el científico Dr. Kary Mullis Premio Nobel de Química en 1993 por la invención de la famosa PCR o Reacción en cadena de la Polimerasa muy necesaria para la cuantificación viral superada en los métodos cualitativos por la TMA o amplificación mediada por transcripción que es capaz de registrar cargas virales de 10 ui./ml.

Así pues queridos amigos descansad tranquilos, que nuestro virus es una realidad que se puede ver y sólo dejará de poder verse cuando lo hayamos eliminado.

Jau!

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GEO TODAVIA TENGO MUCHAS DUDAS EN MI CABEZA, HAY MUCHAS

COSAS QUE NO ME CUADRAN ASI QUE SEGUIRE LEYENDO AUNQUE

ESTA VEZ PARA MI SOLA Y GRACIAS MIL POR TU INFORMACION LA

CUAL AMPLIARE POR MI INCESANTE CURIOSIDAD.

NICE WEEK END

JULIA

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En verdad Julia .... ¿Eres consciente de la cantidad de palabras que has colgado?;D

Ésto por un momento más que un foro parecía la sede del New York Times, jeje!

Es mejor a mi entender que dejes preguntas abiertas de tus dudas y que cada uno responda lo que opine.

Nice Weekend!

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SEGUN MI ENTENDIMIENTO (POBRE DE MENTE QUIZAS) LEYENDO APRENDEMOS

Y ESCUCHANDO OPINIONES APRENDEMOS MAS, ESO ME LO HA ENSENADO MI

DIA A DIA, CREO QUE HE CRECIDO COMO SER HUMANO ES GRACIAS A ESO

DE CADA PERSONA HE APRENDIDO UN POQUITO, DEL MAS ESTUDIADO Y DEL

MENOS MI SER SE HA ENRIQUECIDO, JAMAS HE SIDO SOBERBIA SI NO TODO

LO CONTRARIO HUMILDE Y ABIERTA A TODOS.

HASTA NUNCA

JULIA

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Has dicho una gran verdad, amiga Julia, se aprende de todo y de todos. Del más sabio y del menos sabio pues todo el mundo tiene algo distinto que aportar a los demás y eso nos enriquece. Pero, como toda premisa del saber, cuanto más conocemos vemos que más nos queda por conocer y siempre asombran las dudas. Y para eso estamos aquí, ante el tema difícil y enigmático que nos ocupa, encontrar algo de luz. Tú ya lo has hecho, otros seguimos esperando por las nuevas soluciones y con un futuro incierto. Pero somos fuertes y lucharemos.

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Geo, tal cual decis, asi me siento, con un futuro incierto, por nuevas soluciones, y a la vez, compartiendo experienciasy aprendiendo todos los dias algo, que creo que de eso se trata la vida.

Ahhh! Feliz dia del padre, y a los que tienen la suerte de aun tenerlo a su lado, que lo disfruten, es el segundo año que no lo tengo, y lo extraño tanto, se llamaba Franco, y era un personaje loco lindo muy bohemio.

Besos.

Grei

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Julia, está todo bien. quedate tranquila, claro que aprendemos de intercambiar con otros y todo sirve de experiencia. por lo demás, concuerdo con Geo en lo que cuenta sobre este tema. Recuerdo que cuando tuve mi diagnóstico y leía tanto buscando información, llegué a estos artículos y casi me desmayo la primera vez que los lei, me dio esperanzas... pero despúes puse la cabeza en frío y si bien no seguí invetigando, pensé que no era posible, sobre todo porque ya habían pasado muchos años en los que la ciencia habría avanzado.... y tanto ha avanzado, que en el mundo de hoy es imposible encontrar una persona sana.. ;)

el lado positivo que le encuntro, es que esto se divulgue y se aclare sobre su falta de veracidad, para que otras personas que lo lean sepan de qque se trata.

saludos amigos

ani

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Julia querida, yo al contrario que tu, cada vez leo menos, sobre todo porque confundo las cosas y me llevan a un estado de ansiedad que estoy segura que me perjudican el higado.

Para todos una pregunta, casi siempre tengo un dolorcillo constante tenue pero molesto en el lado derecho, podria confundirlo con un dolor de riñon, teneis o habeis tenido un dolor asi????, me preocupa, aunque se lo dije al medico cuando me pudieron el tratamiento, y me dijo que era normal.

Tambien queria comentaros otra cosa que siempre me ronda la cabeza.

En mi familia, por parte materna, hay varios casos de VHC, mi propia madre, su hermana, su hermano, ya muertos los tres, y aunque siempre me han dicho que no es genetico tengo mis dudas, que opinais, Geo has leido algo sobre el tema????

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Hola Paloma,

La etiología de los dolores o patogénesis puede ser debida a muy diversas causas, desde una infección, una inflamación, un dolor muscular, reumático, etc. En principio no hay que hacerles mucho caso salvo que estos persistan en el tiempo y es cuando hay que ir al médico el cual comprobará haciendo las pruebas necesarias el origen de esa patolología.

Respecto a lo de si la hepatitis C es un mal hereditario ROTUNDAMENTE NO. El VHC es un parásito vírico que pasa de persona a persona cuando hay una infección por un contacto de fluidos sanguíneos.

Puede pasar de madres a hijos por transmisión vertical en el parto. y las demás formas que todos conocemos pero no se hereda, eso es un disparate.

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PALOMA:estoy de acuerdo con Geo,como casi siempre!jeje.Yo solía tener dolores en el costado,pero de frente,no en la cintura,y era el vaso que se inflamaba un poco,por culpa del hígado,y me robaba unas cuántas plaquetas de paso.Los dolores de cintura,vienen siempre como los generalizados de huesos.A mí las inyecciones para subir los blancos :me mataban del dolor!!!!pero amiga Paloma:ten paciencia,por lo menos en mi experiencia vivida,todos los dolores fueron aminorando,algunos ya ni los tengo.Fuerza amiga y a seguir adelante!Un abrazo.BIBI

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